viernes, 30 de agosto de 2013

En busca de un sueño



Años atrás  las primeras prioridades después de culminar la secundaria, eran encontrar  empleo,  comprarse un terreno, casi siempre  esto se debían a consejos de algún familiar cercano. Hoy día esto,  para un joven se torna un poco difícil,  sin embargo,  estaré siempre muy agradecida,  a los que insistieron con esta propuesta, años atrás…
La cual aceptarla fue muy pensada hace 25 años atrás, a mi hermano y a mí nos ofrecieron conocer  el terreno en aquel entonces, solo montes y gran cantidad de cocoteros se divisaba desde lejos,  nos dijeron que era la segunda compañía de Luque, tomamos la decisión de aceptar ser dueños de  una propiedad,  perdida,   nos la decían algunos familiares en aquellos tiempos…

Luego se vino la construcción de nuestra casita que se perdía entre cocoteros y montes, increíble lo que en ese tiempo, siendo parejas jóvenes iniciando  una nueva vida,  pudimos superar,  tales inconvenientes, lejos de toda civilización,   las calles de tierra colorada, tendido eléctrico  que aun no llegaban por falta de vecinos,  ómnibus  que escasamente pasaban en la ruta principal,  pareciera que vivíamos en otro mundo realmente…
Aun recuerdo las odiseas que pasábamos para llegar a nuestra casita, las caminatas largas,  la oscuridad  de las calles, los pocos vecinos  que formaban la comunidad, que en ese entonces,  ni sabíamos el nombre que llevaba, Hugua de seda, Laurelty  o simplemente 2da compañía, tiempo después, conocimos la capillita Santo Domingo de Guzmán, pequeña en un rincón, y nos preguntábamos… habrá fieles que vengan aquí?  Luego  de un tiempo, también formamos parte de la misma, así poco a poco iba creciendo la comunidad de Santo Domingo de Guzmán…

Cuantas preocupaciones sentían nuestras respectivas familia y amigos, que nos repetían cada vez que venían de visita: están tan lejos decían; no tienen vecinos, corren peligro, que difícil es llegar no hay medios, tantas otras cosas, que pensar en el progreso,  parecía un sueño ¡Que inolvidable son los recuerdos!
 como no llegaba la luz,  porque no reuníamos la cantidad de vecinos para el efecto,  debíamos de recorrer con columnas de madera y cables a cuestas pidiendo prestada la energía eléctrica de los vecinos que ya contaban con ello, creo que fueron cinco vecinos los que recorrimos, hasta que logramos obtener la nuestra, después de un tiempo… ¡Que años increíbles!

Tengo en mis recuerdos, que nos sentábamos en la calle, mirando hacia la ruta principal y soñábamos,  algún día esto se va a empedrar,  ni en sueños que podría asfaltarse ¿será que este monte va a desaparecer, alguna vez? Se formo una comunidad,  increíble gracias a Dios, después de tanto tiempo,  hoy,  esta comunidad ha crecido y progresado gracias a los vecinos, frutos del trabajo en conjunto, por fin el progreso llego a Santo Domingo de Guzmán…Los deseos de  muchos vecinos se tornaron en una grata realidad, algunos de ellos que ya no están con nosotros, que no pudieron ver el gran progreso de las familias y el crecimiento de la comunidad después de 20 y un poco mas de años, que llegamos entre montes y cocoteros, ahora somos testigos de este gran salto y  podemos decir con mucho orgullo que el sueño que buscábamos es hoy  una realidad…
  
 

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